Patologías del dolor
Cada vez con más frecuencia, muchas mujeres -y algunos hombres- experimentan dolor o presión intensa en diversos puntos del cuerpo, o bien un cansancio desmesurado y una falta de fuerza constante. En estos casos hablamos de clínica del dolor para referirnos al tratamiento de estas afectaciones. La fibromialgia y la fatiga crónica, además de tratarse de un diagnóstico difícil y en ocasiones ambiguo, afectan al cuerpo pero no tienen una causa orgánica clara.
Es por esta razón que si tu experimentas este tipo de dolor, podemos acompañarte en lo que creemos que debe ser un tratamiento multidisciplinario, en el cual la psicoterapia tiene un papel crucial para poder aligerar estas sensaciones corporales, pero que tiene raíces y consecuencias de orden psíquico.
En el caso de la fibromialgia y en la fatiga crónica, son muy determinantes los componentes subjetivos de la enfermedad (las dificultades vividas, los problemas afectivos, las pérdidas, las crisis de salud, etc.) que de no ser considerados en el tratamiento, favorecen su cronificación, farmacodependencia, y en consecuencia medicalización de una patología que tiene múltiples vectores. Actualmente existen fármacos que pueden reducir sensiblemente el dolor, pero siempre resulta fundamental recomendar las terapias combinadas para que el sujeto pueda poner sus recursos a trabajar para mitigar el impacto de la enfermedad.
Preguntas frecuentes
La medicina acostumbra a dar este diagnóstico la categoría de afectación crónica y asociarlo a una disfunción reumatológica o neurológica, que se sustenta por la localización del dolor en diversos puntos del cuerpo. Pese a esto, desde la psicopatología se observa que si bien es importante la visión y el tratamiento médico, no puede reducirse a una cuestión puramente biológica. Hay casos mal diagnosticados donde el dolor puede acabar remitiendo o desapareciendo con un tratamiento psicoterapéutico, viendo que este dolor apela a un conflicto psíquico. El adjetivo “crónico” conlleva mucho peso y no debe ser utilizado a la ligera.
En ocasiones un diagnóstico puede tapar lo que realmente hay debajo del “síntoma”. Un cansancio constante y limitante puede ser fruto de una patología del dolor como la fatiga crónica, pero también puede ser consecuencia de una pérdida de deseo o una afectación del estado de ánimo, cosa que implicaría un enfoque totalmente distinto. Por esta razón, la evaluación debe separarse de la urgencia y ser rigurosa para poder en consecuencia, acertar con la dirección del tratamiento.
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