Trastornos del sueño
Un descanso adecuado durante la noche es necesario para poder afrontar el día a día, pero hay personas que tienen algún tipo de impedimento por lo que respecta al sueño. Puede ser que sufras dificultades a la hora de descansar, y que esto te comporte consecuencias tanto físicas como psíquicas. Tanto si es por falta de sueño como si lo es por exceso, podemos orientarte a la hora de averiguar qué es aquello que no te deja descansar y que genera tales dificultades.
El estudio clínico del sueño y de sus perturbaciones comporta definir con precisión el tipo de trastorno y poder diagnosticar si su causa es neurológica, orgánica o psicopatológica, es decir, con una etiología situada en una neurosis o conflicto psíquico del mismo sujeto, o de otro tipos de crisis personal.
Los trastornos más frecuentes son el insomnio, en sus diferentes versiones y una gran afectación en la población y la hipersomnia, que reflejan que el individuo que duerme en exceso puede tener asociada otro tipos de afectación.
La medicalización excesiva de estos trastornos comporta una farmacodependencia considerable y una negación de las patologías asociadas que se van cronificando con el paso del tiempo.
Preguntas frecuentes
No es una pregunta que pueda responderse con certeza, ya que difiere de cada caso. Independientemente de esto, sí que podemos asegurar -en los casos en los que la causa no es biológica, es decir la gran mayoría- que el insomnio es un síntoma portador de una verdad de la persona. Aquello inconsciente que retorna y que no deja dormir -en sentido literal y figurado- queda cifrado y se expresa en forma de dificultades o imposibilidad por descansar. El psicoanálisis apunta a una elaboración de tal “verdad” del sujeto que no puede ser elaborada y que por lo tanto ha quedado reprimida en forma de conflicto psíquico, insistiendo por las noches.
Abordajes neurológicos o únicamente farmacológicos pueden provocar una remisión parcial del insomnio y permitir temporalmente un mejor descanso, pero es importante tener en cuenta el carácter insistente del síntoma, la repetición. Es decir, que si el síntoma no se descifra -a partir de su vertiente inconsciente-, seguirá retornando con el tiempo.
Sí, los sueños -sean de angustia o no- pueden ser analizados. Sigmund Freud -neurólogo vienés y padre del psicoanálisis- elaboró una teoría fundamentada en la clínica y en su experiencia personal que asentó un precedente en este campo, La Interpretación de los Sueños (1900), pese a que en muchas ocasiones ha sido malinterpretada con las consecuencias prácticas que de ello se derivan.
Los sueños tienen el carácter de formaciones del inconsciente, eso implica que velan o “disfrazan” contenido psíquico que no puede acceder a la consciencia de la persona, y que por esta razón ha estado reprimida -de manera similar al síntoma-. Por esta razón, el análisis riguroso de sueños tan solo es posible desde una teoría del inconsciente. El psicoanálisis es la disciplina que permite un trabajo sobre este contenido mental o psíquico que no puede ser accedido de ninguna otra manera si no a partir de las formaciones del inconsciente -lapsus, sueños, actos fallidos, etc.-
Por eso es importante desmarcarse de teorías que den a los sueños un significado universal, ya que el mensaje que éste vela es totalmente particular y tan solo puede ser descifrado por la misma persona en un abordaje psicoanalítico. Lo mismo ocurre con el síntoma, que no puede ser objetivado ni universalizado.
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